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En este nuevo post queremos mostraros las principales diferencias que hay entre la marihuana y el hachís.
Si queremos hacer una definición breve de ambos conceptos sería: La marihuana son las flores de la planta secas (cogollos) sin procesar de la planta del cannabis.

Por otro lado, el hachís es la resina de la planta femenina de marihuana. Esta sustancia de color marrón es la resina de los cogollos que se separa de la planta de cannabis a través de diferentes medios.

EFECTO DEL HACHÍS Y LA MARIHUANA

No tiene nada que ver si comparamos el consumo de hachís con el de la marihuana, tienen efectos totalmente diferentes. Los efectos del hachís si se ha elaborado correctamente produce un efecto más fuerte que la planta de la que procede. Pero esta regla no es aplicable a todos los tipos de hachís, puesto que existen algunas formas de mala calidad que puede contener grandes cantidades de material de “relleno”.

¿Qué quiere decir esto? Pues que algunos tipos de hachís contienen arena, henna, plástico, aceite o incluso pelo de animal o estiércol. Pero esto solo pasa en algunos casos donde el tipo de hachís es muy malo.

Esta forma de consumir cannabis se puso de moda en algunos países porque el cannabis local tiene una concentración baja de cannabinoides o poco concentrados de thc. Por lo que habría que consumir una gran cantidad de esta droga para que se pueda notar los efectos del hachís.

Los niveles de thc o efecto psicoactivo normalmente viene influenciado por la variedad de cannabis que se consume. Lo mismo pasa con la marihuana, los elementos de thc están en la variedad de la planta madre, aunque existe una diferencia subjetiva en el efecto.

Una gran cantidad de personas considera que el hachís tiene un efecto más cerebral y limpio, aunque la planta de marihuana produzca un efecto más tranquilizante y de mayor relajación en el consumidor.

Si hablamos de otra diferencia es el sabor. El sabor del hachís es mucho más terroso y menos floral que el de la planta de cannabis. Hay que mencionar que el sabor depende de un cultivo óptimo, del método de extracción y de la cantidad de materia vegetal que haya en el hachís.

¿Cómo se hace el hachís?

Como hemos mencionado anteriormente, el hachís es la resina extraída de la planta de cannabis. Normalmente se hace una separación mecánica de la resina de las flores de marihuana.

Se seca o tamiza antes de darle forma y prensar en placas o con las mismas manos, frotas la planta fresca de modo que la resina queda adherida a la piel, para despegarla después.

Este método de tamizado en seco es el método más común que existe a nivel mundial. Los principales países productores que usan esta técnica son Marruecos y Líbano, incluso Afganistán, que junto con Marruecos son los mayores productores del mundo.

Otras técnicas de extracción

En los últimos años, se han creado nuevas técnicas de extracción para hacer hachís de resina de la planta.

Una de ellas es una técnica química por la cual se usa el gas butano para extraer la resina de las flores. Este tipo de de extracciones tiene informes de hasta el 90% de la sustancia psicoactiva. Comparado con otros métodos más tradicionales para hacer hachís, con informes de tan solo de un 15% al 40% de nivel de thc.

Otra manera de extracción, bastante llamativa es la extracción con agua y hielo. El proceso consiste en sumergir el cannabis en agua con hielo con el objetivo de congelar los tricomas que tengan mucha resina, agitándolos después para que se separen de la planta. Este método de extracción es bastante caro puesto que se necesita un equipo especial para ello.
En el caso de que ejecutéis esta técnica, se ve muy claro como el agua separa los tricomas y el resto del material vegetal.

 

hachís y marihuana

¿Mi hachís es de calidad?

Existen diferentes métodos de evaluación de calidad del hachís. Los factores en los que te debes fijar para saber si es de calidad nuestro hachís o no.

1. Color

El hachís extraído por tamización en seco debe tener diferentes colores. El principal es el color marrón con un poco de amarillo o rojizo. En el caso de que no esté muy prensado el color debe ser más consistente, mientras que en el caso de que esté muy prensado debe tener un color más oscuro en el exterior y en su interior más claro.

El hachís que se ha frotado debe tener un color marrón oscuro casi negro, y no debe tener demasiado color verde, puesto que significaría que contiene bastante material vegetal en su interior.

2. Consistencia

Por otro lado, el hachís tamizado no debe estar demasiado seco, si fuera tu caso; esto debe ser por no haber estado bien almacenado o por tener relleno.
Un hachís de calidad debe tener una consistencia blanda, desmenuzable y con un poco de aceite, puesto que se debe ablandar lo suficiente.

La consistencia deseada para un hachís tamizado en seco y ligeramente prensado es blanda, desmenuzable, y un poco aceitosa o pegajosa al tacto. Un hachís tamizado en seco y muy prensado puede ser más pegajoso y aceitoso, y puede ser muy duro, pero se ablanda lo suficiente para poder consumirlo si se aplica calor suave.
El hachís frotado a mano puede variar mucho en consistencia.

Normalmente, debe ser denso y uniforme, y no demasiado pegajoso, ya que esto puede indicar la presencia de aceites añadidos.
En cambio, algunos tipos de hachís frotado a mano son muy pegajoso y pueden transformarse casi liquido cuando se calientan.

3. Sabor

Es uno de los factores más importante, puede variar mucho entre los diferentes tipos. El hachís que es tamizado suele tener un sabor más terroso que el hachís que es frotado a mano.

Este último suele tener u sabor más floral. Sin embargo, esto no es una norma general, puesto que el sabor del hachís depende en gran medida de la variedad de la planta de cannabis y no tanto de la técnica de extracción de resina de los cogollos.

4. Prueba de la burbuja

La prueba de la burbuja es un método bastante bueno para identificar la calidad de nuestro hachís. El proceso consiste en partir un pedazo de hachís y aplicar una llama limpia (nos vale la de un encendedor de butano en lugar de una cerilla).
Pueden pasar dos opciones:
– Que el pedazo empiece a burbujear de forma perceptible bajo la llama y salgo un humo blanco. Si se produce esta situación sabremos que el hachís es de calidad.
– En el caso de que el humo producido sea negro y quedaran restos de hollín en el hachís cuando se retire el fuego, nos hace saber que puede que haya elementos contaminantes. Y por lo tanto que el hachís no sea de calidad.

¿Por qué no pruebas hacer todo el proceso? Desde la semilla de marihuana, pasando por el cultivo y la extracción hasta llegar a la prueba de la burbuja.